La forma de uso tradicional del copal se realizaba a través del sahumerio, quemando la resina sobre brasas o carboncillos en una copalera, y recibiendo el humo que desprendía con el fin de purificarse y sentirse mejor, protegidos y bendecidos.
Se usaba frecuentemente en ceremonias para ofrendar y dar gracias, para proteger lugares y personas, limpiar estancias y eliminar cualquier tipo de negatividad.
Entre los usos medicinales del copal, destacamos que se utiliza como expectorante. Tanto la resina del árbol como sus hojas sirven de ayuda para aliviar enfermedades respiratorias.
Cada vez que quemamos la resina de copal, desprende un humo blanquecino ideal para usarlo como herramienta de limpieza energética, ya que nos conecta con elevadas vibraciones y nos descontractura suavizando los niveles de rigidez en nuestro entorno.
El uso de copal nos conecta con estados meditativos, mejorando nuestra concentración y estimulando nuestra creatividad.